lunes

Capitulo V La Minada, los medicos y el Alcalde

Burceña siempre tuvo una asociación llamada La Minada, consistía en tener en la misma los bueyes y luego las vacas yugueras ;que sustituían a los bueyes si estos no existían; después las lecheras u otras que te interesasen, como en el caso de alguna desgracia el ganado era caro y difícil de reponer, en el caso de haber inscrito a tu ganado en la asociación y este hubiese muerto todos los asociados estábamos obligados a reponer el mismo a su propietario o a pagar a este el importe del animal fallecido, como ejemplo imaginemos que estábamos en plena recolección del trigo y la pareja de bueyes se despeñaba, si esto sucedía todo se paraba por lo tanto lo primero era desplazarse a la primera feria de ganado prevista, comprar una pareja nueva meterla en el carro y a seguir recolectando , este sistema aunque nos obligaba a pagar a cada familia una parte porcentual al ganado que teníamos inscrito y a la importancia del mismo nos permitía a todos los vecinos vivir sin demasiados sobresaltos en el caso de algún problema extraordinario.
Con las casas teníamos algo parecido pero ya no recuerdo el nombre de la asociación, si se quemaba alguna la construíamos de nuevo y reponíamos entre todos los enseres y la cosecha, recuerdo que de muy joven yo en La Llosa se quemo la del Señor Manuel Torre y para salvar en parte la misma montamos una cadena de cubos desde el rió no recuerdo cuantas personas fueron necesarias para salvar aquella distancia, pero allí estábamos todos desde el mas mayor al mas pequeño arrimando el hombro hasta mi hermana Carmen que empezaba a tener por aquellos días la regla metida hasta la cintura en el centro del rió, después de aquella desgracia se rehizo la casa y según decían entre los escombros encontraron un recipiente lleno de monedas de oro aunque a mi aquella historia siempre me pareció una patraña.
Los médicos los teníamos en Lezana no recuerdo si eran dos o tres pero recuerdo el apellido los Doctores Rueda, si nos poníamos enfermos ellos nos visitaban; pero para poner las vacunas nos llevo mi madre a mi hermano Ángel y a mi por aquel entonces las vacunas se ponían a lo bestia ya que en vez de hacerlo con una aguja hipodérmica, con un bisturí nos hicieron tres cortes a cada uno en el brazo y lo malo para nosotros en aquellos días fue que prendieron los tres, tuvimos de todo fiebre, ganglios inflamados y no se cuantos días de cama, todo por culpa de la infección que teníamos ambos en el brazo todo inflamado y lleno de llagas , mi madre con el pus de nuestras llagas vacuno a mis hermanas Angelita , Carmen y Pilar, desinfecto una aguja y fue haciendo un corte en forma de "almohadilla" en uno de los brazos de ellas.
El pueblo de Burceña se regia por un alcalde y tres concejales uno por cada uno de los barrios existentes, la mayoría de las ordenes y edictos generales venían de Villasana, el concejo se reunía en el pórtico de la iglesia y allí se deliberaban todos los problemas de los vecinos, llegando en ocasiones a discusiones y peleas la mayoría de estas ultimas por culpa del ganado que al bajar del monte saltaba alguna finca y destrozaba el maíz o lo que fuese y la correspondiente indemnización que había que pagar.

No hay comentarios: